Producto Exitoso

Elementos Principales de un Producto Exitoso

Con el transcurrir del tiempo se ha logrado desarrollar una fórmula simple pero un poco engañosa. La hacen llamar la Pirámide del Producto Perfecto”. Esta pirámide consiste en tres partes básicas: innovación, funcionalidad y diseño las cuales son el alma, mente y cuerpo del producto; se dice que es simple porque contiene solamente 3 partes y engañosa porque no es sencillo entenderla correctamente, sin embargo, ésta se puede utilizar tanto para productos como para servicios intangibles.

La base de la Pirámide es la innovación. Esta es la principal razón por la que un producto merece existir y puede venir en diferentes formas, por ejemplo, a veces vendrá en una alternativa más barata, como una categoría totalmente nueva para esa gama de productos, como una forma nueva de hacer algo más conveniente o que requiere menos pasos o simplemente como una nueva opción decorativa o estética. Los que no brinden algo nuevo y fresco a los potenciales usuarios se quedan estancados y no prosperan.

Sin embargo hay que tener muy en claro que el innovar es algo más que ser mejor que los competidores. Un producto que ha pasado por un proceso de innovación tiene su propia medida y su propia magnitud idealmente y todos esos beneficios deben ser reconocidos instantáneamente por el mercado nicho.

Muchas veces, para lograr y alcanzar la innovación, se tendrán que sumar una serie de cambios pequeños y apenas perceptibles, pero que en conjunto marquen una gran diferencia, solo que no hay que confundir, “diferente” no es lo mismo que “innovador”. La segunda traerá siempre un nuevo y mejor beneficio.

La capa media de la Pirámide es la Funcionalidad. Este es el elemento que une a las otras dos partes. Tenemos una idea, pero ¿Cómo la ejecutamos? El producto debe siempre superar las expectativas y hacer más que solo completar una tarea, tiene que convencer al público que la idea es buena, si no lo es, causará decepción en los usuarios los cuales lo harán saber a todos los demás. Es mejor identificar problemas en fases tempranas y lidiar con ellas para darles solución pertinente y apropiada.

Es muy común que inventores, emprendedores o compañías no pasen esta parte del proceso por querer tener un lanzamiento rápido de su producto, sin siquiera haber agotado todas las posibilidades de fallos o malfuncionamientos. Es incorrecto tener esa mentalidad.

Debemos concentrarnos en eliminar todos los errores que nos encontremos y enfocarnos en los detalles. El desarrollo de productos no es linear y es muy frustrante, principalmente porque no siempre lograrás lo que quieres en el tiempo que quieres. Si lo lanzas antes de lo debido habrás desperdiciado mucho tiempo. Mantén la calma y direcciona los esfuerzos a reforzar los aspectos del producto y asegurar que va a ser totalmente funcional.

El vértice de la Pirámide se refiere al diseño. Es aquí donde nuestro producto toma su forma final. Si tomamos dos productos con la misma funcionalidad e idea innovadora, uno de los dos terminará perdiendo debido al aspecto de éste. El diseño es la cúspide del gráfico porque es como la punta de una flecha dirigiéndose hacia nuestro objetivo los clientes.

La emoción y sentimientos que queremos causar en los consumidores es parte del trabajo y propósito del diseño pues éstos abren los canales de interés de los clientes potenciales, sin embargo, es penoso ver que este elemento parte importante en el proceso no se toma tan enserio y se lanzan productos sin considerarlo.

“No es nada fácil lanzar un producto al mercado y esperar a que sea la maravilla solo porque es nuevo. En realidad se necesitan una serie de aspectos para que hagan de ese producto algo único”comentó Salomón Juan Marcos Villarreal presidente de Grupo Denim.